Los nutricionistas, ante esto, sostienen que es completamente falso, argumentando que el pan es necesario para tener una nutrición saludable y equilibrada, ya que contiene fibra e hidratos de carbono necesarios para el organismo.
Además, señalan que se puede comer pan y adelgazar al mismo tiempo. ¿Quieres saber por qué?
Esta gran fuente energética produce hidratos de carbono. Si dejamos de comer pan, bajará nuestro índice de carbohidratos y fibra, las digestiones se harán más lentas y acabaremos sufriendo estreñimiento. Y a esto hay que añadirle una gran disminución de energía.
Según fuentes científicas, para vivir necesitamos dos cosas: glucosa y oxígeno. La glucosa es esencial para nuestro cerebro, necesitando este un 20 % de nuestra energía y es la glucosa lo que lo alimenta.
En el momento en que ingerimos pan, nuestro cuerpo se queda con la mitad de esa glucosa. Una parte la convierte en energía y la otra se queda en el hígado. El problema surge cuando hay exceso de glucosa, en ese momento el cuerpo retiene agua y por eso se hincha.
Por otro lado, el pan no hace que acumulemos grasa. El problema viene cuando elegimos un tipo de pan con harina refinadas y eso sí es perjudicial para nuestra salud.
En resumidas cuentas, si no añadimos pan en nuestra dieta, tendremos menos hidratos de carbono y menos glucosa, lo que quiere decir que tendremos menos energía, nuestros músculos se reducirán, la piel se pondrá flácida y aportaremos menos glucosa al cerebro y al hígado.
Por tanto, no podemos dejar de comer pan de repente. Es recomendable comer pan de forma equilibrada y elegir el mejor.
El pan más saludable
Sin duda, el pan que mayor beneficio aporta a nuestro cuerpo es el pan centeno. Este pan tiene un buen sabor y lo puedes acompañar con cualquier plato. Eso sí, cuidado con lo que incluyas en él. Evita mantequillas o mermeladas y opta por el aceite de oliva.
Veamos las ventajas que presenta:
- Este pan aporta energía durante más tiempo y con una cantidad adecuada, nos sentiremos mucho más saciados.
- Es rico en vitaminas E y B, fósforo, cinc o magnesio.
- Es rico en fibras, por lo que regula el tránsito intestinal y mejora nuestras digestiones.
- Regula la absorción de azúcares simples, ayudando a evitar la diabetes de tipo 2 y a subir de peso.
- Controla los niveles de colesterol en sangre.
- Contiene ácido linoleico y eso ayuda a mejorar la circulación de la sangre.
- Regula la hipertensión.
Y tú, ¿qué tipo de pan incluyes en tu dieta? ¿Crees que es un alimento que no puede faltar en tu día a día?
Edith Gómez - Gananci
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